Blogia
PROYECTORAYUELA

Eternidades

Eternidades

Vino, primero, pura

vestida de inocencia;

Y la amé como un niño.

Luego se fué vistiendo

de no sé qué ropajes;

y la fui odiando sin saberlo.

Llegó a ser una reina

fastuosa de tesoros...

¡Que iracunda de yel y sin sentido!

...Mas se fue desnudando

y yo le sonreía.

.

Se quedó con la túnica

de su inocencia antigua.

Creí de nuevo en ella.

Y se quitó la túnica

Y apareció desnuda toda,

¡Oh pasión de mi vida, poesía

desnuda, mía para siempre!

Juan Ramon Jiménez

0 comentarios