CARTAS
ESE TESORO OLVIDADO...
Con el avance de la tecnología, (bendita ella, que acorta distancias y acerca), han quedado en el olvido: Las Cartas.
Recuerdo la emoción al recibirlas, era todo una escena: Observar el papel, sentir su aroma, revisar los sellos que nos instruían haciéndonos saber de que se hablaba en el país o provincia, del cual procedían.
Luego, la caligrafía, determinante ella, de la personalidad de quién escribía. Y el leerla:¡Qué placer!...Y si nos quedaban dudas o nostalgias (dolor de ausencia), las volvíamos a leer.
Hoy,esa nostalgia, desató el cordón rojo que las guardaba juntas, charlando entre ellas...y al verme comenzaron a hablarme, desde su amarillento papel y sus fragancias pasadas.
Y ahí, sale un padre a decirle a su hija que la ama..., un marido -fallecido- que declaraba cuanto amaba, dejando una carta junto a un ramo de rosas; amigos que ya no están y dicen que me aman, preguntan de mi mundo, me invitan, me participan de su vida...; los hermanos cariñosos, los sobrinos, las postales de los viajes...
¡Caramba!, creo que habría que recuperar, aunque mas no sea aveces, la magia de escribir una carta.
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