Pinceladas de vida...
“Son dos extraños fósiles,/emisarios sombríos de una fauna sepultada en un bosque de carbón,/que vienen a reclamar un óbolo de luz para sus muertos?//¿Son ídolos de piedra,/cascotes desprendidos del obraje de los más tristes sueños?/¿O son moldes de hierro/para fraguar los pasos a imagen del martirio y a semejanza de la penitencia?//Son tus viejos botines, infortunado Vincent,/hechos a la medida de tu abismo interior, como las ortopedias del exilio;/dos lonjas de tormento curtidas por el betún de la pobreza,/embalsamadas por lloviznas agrias,/con unos lazos sueltos que solamente trenzan el desamparo con la soledad,/pero con duros contrafuertes para que sea exiguo el juego del destino,/para que te acorrale contra el muro la ronda de los cuervos.//(…) Botines de trinchera, inermes en la batalla del vendaval y el alma:/…han caído en la trampa de tu hoguera oculta bajo el incendio de los campos/sin encontrar jamás una salida,/por más que pisoteen esas flores fanáticas que zumban como abejorros amarillos…”
Lo que Olga Orozco muestra de Van Gogh es cómo éste transformó cada objeto que pintaba y lo adaptó “a la medida” de su “abismo interior”.
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nataly -