Epílogo
Que la serenidad
de las primeras horas de la noche
sean el epílogo
a la claridad que me dejó
tu cercanía en el día
y una lluvia de estrellas
prepare los sonidos
que por ventura de tí provienen
y mi solitario lecho
en los sueños los reclama.
Que la serenidad
de las primeras horas de la noche
sean el epílogo
a la claridad que me dejó
tu cercanía en el día
y una lluvia de estrellas
prepare los sonidos
que por ventura de tí provienen
y mi solitario lecho
en los sueños los reclama.
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