Exaltación
Prestose la tarde
para que las nubes que nos separan
hicieran con su grisácea imagen
presencia en recónditas calles.
Y así tú y yo pudimos
con la chispa de luz reinante
navegar en el manantial
de cuya agua cristalina bebemos
y nos convencemos de este juego
en el que tú orlas la corona
y yo me declaro
fiel siervo de tu cetro.
0 comentarios