FEDERICO GARCÍA LORCA: UNA PALABRA HIERE MÁS PROFUNDAMENTE QUE UNA ESPADA
“…Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero si puede ser,
con las sábanas de holanda…”
(Romance sonámbulo)
«Tras una denuncia anónima, el 16 de agosto de 1936 fue detenido en la casa de uno de sus amigos, el también poeta Luis Rosales, quien obtuvo la promesa de las autoridades nacionales de que sería puesto en libertad «si no existía denuncia en su contra». La orden de ejecución fue dada por el gobernador civil de Granada, José Valdés Guzmán, quien había ordenado al ex diputado de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) Ramón Ruiz Alonso la detención del poeta.
Las últimas investigaciones, como la de Manuel Titos Martínez, determinan que fue fusilado la madrugada del 18 de agosto de 1936, seguramente por cuestiones territoriales, ya que algunos caciques, muy conservadores, tenían rencor al padre de Lorca porque era un cacique progresista. En una entrevista al diario El Sol había declarado que «en Granada se agita la peor burguesía de España», y eso fue su sentencia de muerte. Federico García Lorca fue ejecutado en el camino que va de Víznar a
Alfacar, y su cuerpo permanece enterrado en una fosa común anónima en algún lugar de esos parajes con el cadáver de un maestro nacional, Dióscoro Galindo, y los de los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, ejecutados con él. La fosa se encuentra en el paraje de Fuente Grande, en el municipio de Alfacar, provincia de Granada (España). El escritor, autor del "Romancero Gitano", fue ejecutado por ser republicano y homosexual, considerado en esa época como un delito casi imperdonable»
De esta manera reseñaWikipedia el ignominioso asesinato del más grande y popular poeta español del siglo XX. Federico García Lorca había nacido un 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, en la Provincia de Granada y fue asesinado el 18 de agosto de 1936 en el camino entre Viznar y Alfacar, también en la Provincia de Granada. Aunque gobiernos de la época, como los de Colombia y México, percatados del peligro que corría, le ofrecieron asilo, él nunca quiso vivir fuera de su entrañable Granada. Y sus estancias en Argentina o en Nueva York no fueron más que estadías enriquecedoras de sus obras teatrales y su producción poética, pero en su espíritu, su corazón y su piel solo existía España y su Granada morisca.
Lorca realizó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: donde hizo amistad con Manuel de Falla, quien le comunicó su pasión por el folclore y lo popular. Posteriormente, 1919, lo encontramos ubicado en Madrid, en la famosa Residencia de Estudiantes. Allí conoció a Juan Ramón Jiménez y a Machado, y trabó amistad con poetas de su generación, la del 27, y con artistas como Buñuel o Dalí. En este círculo, Lorca se dedicó con pasión no sólo a la poesía, sino también a la música y el dibujo, y comenzó a apasionarse por el teatro. Sin embargo, su primera pieza teatral, El maleficio de la mariposa, fue un fracaso.
La confirmación como poeta y dramaturgo y el éxito literario de Federico García Lorca lo ganó con la publicación, en 1927, de Canciones y, ante todo, con las ponderadas y repetidas representaciones en Madrid de Mariana Pineda, drama patriótico.
Posteriormente, entre 1921 y 1924, escribió una obra basada en el folclore andaluz, el Poema del cante jondo (publicado en 1931),”un libro ya más unitario y madurado, con el que experimenta por primera vez lo que será un rasgo característico de su poética: la identificación con lo popular y su posterior estilización culta, y que llevó a su plena madurez con el Romancero gitano (1928), que obtuvo un éxito inmediato. En él se funden lo popular y lo culto para cantar al pueblo perseguido de los gitanos, personajes marginales marcados por un trágico destino. Formalmente, Lorca consiguió un lenguaje personal, inconfundible, que reside en la asimilación de elementos y formas populares combinados con audaces metáforas, y con una estilización propia de las formas de poesía pura con que se etiquetó a su generación. “
Los últimos años de su vida los consagró al teatro, a excepción de dos libros de poesía: Diván del Tamarit, conjunto de poemas inspirados en la poesía arábigo-andaluza, y el Llanto por Ignacio Sánchez Mejías (1936), sublime composición de género lírico dedicada a la muerte de su amigo torero, donde ajusta el tono popular con imágenes de tendencia surrealista.
“Las últimas obras de Federico García Lorca son piezas teatrales. Yerma (1934) es una verdadera tragedia al modo clásico, incluido el coro de lavanderas, con su corifeo que dialoga con la protagonista comentando la acción. Parecido es el asunto en Bodas de Sangre (1933), donde un suceso real inspiró el drama de una novia que huye tras su boda con un antiguo novio (Leonardo). La huida, llena de premoniciones, en la que la propia muerte aparece como personaje, presagia un final al que se viene aludiendo desde la primera escena y en el que ambos hombres se matarán, segando así la posibilidad de continuidad de la estirpe por ambas ramas y renovando la muerte del padre del novio a manos de la familia de Leonardo. De esta manera, la pasión y la autobúsqueda concluyen con la destrucción de todo el orden establecido.”
Que a García Lorca lo asesinaron por las razones que arriba expone Wikipedia, me parece que es una forma demasiado simple de explicar las causas de este infame crimen. Habría que leer poemas de denuncia tan hermosa e incomparablemente logrados como Romance de la Guardia Civil española, por citar sólo uno, para entender cómo sus poesías y su obra pudieron haber desatado los rencores y enconos de los franquistas en ese oscuro período de la historia española como fue la Guerra Civil. Y esta idea se afianza más cuando recordamos la frase de Robert Burt: “Una palabra hiere más profundamente que una espada."
(Lee poesía de F. García Lorca en:
Imágenes: Google Images
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Gris -