NOCTURNO
Cuando no quedaban esperanzas, cuando la vida se tornaba decisión que pasase escapandose inexorablemente como agua entre los dedos, apareció OLIVERIA. Iluminó mi vida. Me llenó de sonrisas y futuro.... y se marchó, imprevisiblemente. No administramos bien ese final y salimos terriblemente heridos los dos....
Quede el siguiente poema como testimonio de su genialidad irrepetible y de muestro inexplicale amor en un tiempo que existió en el alma de nosotros mismos.
Esta noche me quedé despierta
no puedo superar su ausencia
aunque haya estado conmigo
aunque me regale fotos
aunque me de canciones
esta noche la cama es ancha y ajena
las luces se apagan pero sigue el resplandor de su estar sin estar
me siento naufragar en sus ojos y me ahoga no tener su olor
lo extraño cuando está y cuando no
necesito el calor de sus manos
que viaje sólo hasta mí
que se esconda en mi cuerpo
que se canse en mi boca
que respire en mis brazos
que se aferre a mi amor
que nunca más desaparezca
que solo aparezca permanentemente a mi lado
que se instale en mi columna
que me deje dibujar corazones en su espalda
que me tienda la mano a la mañana
que se esconda detrás de la cortina de mi pelo
que revise mi falda
que me deje probar de su plato
que me ofrezca su copa
quiero que me bese con la prisa que da la calma.
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