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TIEMPO DE CINE (Tercera Entrega)

TIEMPO DE CINE (Tercera Entrega)

   Los pioneros: Georges Méliès.

   A pesar de los aportes de Lumiére, le correspondió a Georges Méliès ser el verdadero creador del espectáculo cinematográfico.

   Los primeros films de Méliès no tienen ninguna originalidad, inclusive los títulos son similares, cuando no iguales, a los de Lumiére. La originalidad de Méliès se revela cuando aborda el trucaje y dedica una gran cantidad de francos oro a construir, en 1.897, un enorme estudio en su propiedad de Montreuil en las afueras de París.

   La idea del trucaje le fue sugerida accidentalmente. Nos lo cuenta Georges Sadoul en su Historia del cine mundial. Mientras Méliès proyectaba un film que había tomado en la Plaza de la Ópera, tuvo la sorpresa de ver un autobús transformarse en carroza fúnebre.

   ¿Qué había sucedido? Pues que mientras filmaba el autobús, la cinta de película se detuvo, y cuando reinició el movimiento ya no estaba estacionado el bus sino una carroza funeraria. Así, Méliès, quien antes había sido prestidigitador y "especialista del trucaje en escena, se hizo especialista del trucaje en la pantalla."

   En 1896, Méliès empleó por primera vez esta técnica en L’escamotage d’une dame  (La ocultación de una dama). En ella hace desaparecer repentínamente a una señora que segundos antes estaba en una silla. Así, pues, de un cuadro a otro, la silla aparece pasmosa e inexplicablemente vacía.

   Méliès también fue un innovador en cuanto a la adaptación de maquetas al cine así como de la toma de vistas a través de un acuario. Asimismo, él aumentó a siete el número de exposiciones y utilizó el traveling como un truco. Todos esos efectos se convirtieron después en elementos comunes de la técnica cinematográfica. Aunque en Méliès el truco busca siempre causar sorpresa, es decir, es un fin, no un medio de expresión.

   En cuanto al desempeño de los actores, las obligaciones del cine mudo le hacen inventar una actuación nueva para sus intérpretes. Esta actuación no era la de la pantomima, sino simplemente un poco enfática y gestuculadora, ya que exige mucho a la mímica y muy poco a la expresión de la cara. Por otra parte, nunca se valió de la luz artificial para modelar a sus personajes ni para expresar ciertos sentimientos y situaciones.

   El Maestro de Montreuil alcanzó su gloria con Le voyage a la lune (Viaje a la luna). "Este gran logro artístico y comercial hizo su nombre y su firma universalmente célebres. Suscitó en todas partes imitaciones y falsificaciones."

   "Desde 1.900 hasta el fin de su carrera, la evolución de Méliès es casi imperceptible; permanece fiel a su estética... El estilo que había adoptado le permite crear un mundo fantástico, poético y encantador, imaginario y sencillo... Sus films son, en la infancia del  cine, el mundo visto por un niño maravillado y maravilloso, dotado de todos los poderes por la magia de la ciencia." (Georges Sadoul)

 

Imagen Flickr. "Viaje a la luna"

Fuente: SADOUL, Georges. Historia del cine mundial". México:Siglo xxi, 1984. (Traducción: Florentino M. Torner)

 

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